Nadie en Italia, laberinto

Dípticos
Todos preferimos tener sentido de pertenecía a ser de ninguna parte o estar solos. A pensar de esto, el ejercicio que realizo con mis fotografías es explorar la soledad. Investigo la ausencia. Busco lugares solitarios. La composición de mis imágenes está hecha de espacios cotidianos que sino fuera por mi búsqueda de vacío, de pronto, no veríamos. Son lugares donde sería ideal que hubiera alguien porque su estética lo amerita, pero no hay nadie. Yo fotografío la nostalgia, lo que podría ser pero no es. El lugar hermoso donde deberían estar algunas personas sonriendo, pero no hay nadie.
 
Esta serie fotográfica es una investigación sobre la melancolía. Encuentro belleza en los lugares solitarios. Debe ser por eso que me gustan los días de lluvia, tienen la misma dosis de nostalgia que los lugares sin gente.
 
Yo soy colombiana, mi primer apellido es Italiano. Y aunque crecí en Colombia, mi trabajo fotográfico me llevó a Italia en busca del origen. De este trabajo de campo  salió ‘Nadie en Italia Laberinto’. Un serie que invita a imaginarnos un mundo de posibilidades detrás de cada puerta o de cada ventana. Un mundo de caminos…. Todos solitarios y sin fin… un laberinto.
 
No se de donde viene la necesidad de ver el mundo desde una mirada nostálgica. De pronto, estas dos frases nos puedan ayudar a entender este sentimiento:
 
“El día era tibio, pero un poco triste, como suele ser el domingo en Paris; sobre todo cuando uno no cree en Dios.»
 
Michel Houellrbecq, Ampliación del Campo de Batalla
 
“To be loved like that makes all the difference. It does not lessen the terror of the fall, but it gives a new perspective on what that terror means. I had jumped off the edge, and then, at the very last moment, something reached out and caught me in midair. That something is what I define as love. It is the one thing that can stop a man from falling, the thing powerful enough to negate the laws of gravity.”
 
Paul Auster, Moon Palace
 
Si los opuestos se contienen el uno al otro, trabajar con ‘ la ausencia’ es una apología a ‘la pertenencia’ .  Es un promesa suspendida en el aire… es melancolía.
 
Marcela Bellini

Esta exposición reúne 12 obras de la investigación más reciente de la artista Marcela Bellini Cure. Se trata de la serie Nadie en Italia, laberinto, un conjunto de fotografías en blanco y negro impresas en gran formato sobre seda, en donde la artista reflexiona sobre la ausencia, sobre la soledad que reviste los escenarios que retrata; una serie de «no lugares», espacios ideales para el encuentro y la habitación, que ante su lente se muestran desprovistos de personas, cubiertos de nostalgia y melancolía.

En Nadie en Italia, laberinto Marcela rescata de la indiferencia cotidiana, fachadas con inquietantes elementos y detalles arquitectónicos de calles tradicionales de Italia, cuyo punto de tensión visual se concentra en la aparición de puertas y ventanas cargadas de belleza y misterio.

Partiendo de esa búsqueda y atracción por la nostalgia que le producen estos espacios indeterminados, solitarios, vacíos y ausentes de participación humana, la artista conduce al espectador por un recorrido fantástico en el que juega con la apariencia de realidad de los escenarios superpuestos, que emergen detrás de cada puerta una vez éstas son abiertas en las composiciones. Una sensación de alivio se apodera de quien espera del otro lado al descubrir las imágenes de lo que aguarda detrás de ellas. Senderos, playas y laberintos, laberintos de piedra y vegetación, emergen ante la mirada del espectador revelando un universo que invita a ser descubierto con detenimiento, a ser atravesado con precaución. En cada fotografía los caminos expuestos detrás de cada puerta y ventana se comportan como umbrales, como lugares de tránsito hacia otra realidad, hacia otra dimensión; a través de estas aberturas Marcela evoca mundos intrincados y vertiginosos, que dentro de sus armónicas composiciones logra minimizar y hacer pasar por ciertas.

Irina Rolón
Curaduría

Mayo 2018