La “posmodernidad” con el fin de los metarelatos, de las verdades absolutas, con la deconstrucción, la multiplicidad de voces y la globalización nos ha dejando sumergidos en la soledad de la vida contemporánea. En mi serie de fotografía Nadie, plasmo este sentimiento de lejanía en un mundo que se mueve a toda velocidad y a la vez nos ha dejado sumergidos en ausencias.
Nadie es nostálgica. Son imágenes de lugares idóneos para un encuentro, pero nunca hay personas. Son escenarios encantadores donde la perspectiva y la luz son las verdaderas protagonistas. Hay una melancolía inherente en su composición. Así como la belleza está en los ojos de quien mira, de esa misma forma se ve la soledad o la ausencia.
Las imágenes de Nadie en Italia fueron tomadas en la región de la Toscana y sus alrededores.
Estas fotografías en blanco y negro están impresas en vinilo adhesivo sobre vidrio y su marco es una caja de madera blanca. Al ser iluminadas, la sombra produce una sutil sensación de tercera dimensión.